es el que más te conviene.
Si quieres un color vivo muy contrastado los tintes son tu opción. Es la única técnica que te permite cubrir por completo las canas y cambiar hasta dos o tres tonos tu cabello. Si deseas un cambio radical, de muy oscuro a claro, la decoloración será el primer paso para fijar después el tinte. Si quieres pasar de un color suave a uno muy oscuro será necesario teñir varias veces hasta conseguir que adquiera la fuerza que buscas.
Los tintes son el método más agresivo ya que se aplica sobre la totalidad del cabello, lo reseca y requiere una mayor hidratación. Si te decantas por esta opción deberás acudir a la peluquería periódicamente para cubrir las raíces y utilizar champús y mascarillas específicas para el pelo teñido.

Si buscas un efecto muy natural, dar luz a tu color sin que casi se note, opta por los brillos. Para las bases morenas y castañas las pinceladas rojizas, cobrizas o lilas son muy favorecedoras. Los tonos dorados efecto sol son perfectos si buscas dar un toque luminoso a tu pelo. Mezclar brillos y mechas es otra opción para intercalar diferentes colores y tonalidades. Son la técnica menos agresiva y más fácil de mantener.
Respecto a su aplicación, si optas por colorearte el pelo en casa lo más fácil es utilizar el tinte para dar una cobertura completa. Si quieres hacerte algún retoque debes aplicar la mezcla sólo en la raíz y 10 minutos antes de que concluya el tiempo de exposición extenderla a las puntas. Las mechas y brillos son más complicadas, lo mejor es acudir a una peluquería para un resultado profesional ya que cuentan con medios efectivos como el gorro o la plata para su aplicación.
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